¡Hola, Lunáticos!
De verdad que no puedo creer que ya hayan pasado casi 20 años desde mi cirugía de bypass gástrico (GBS) – 28 de junio de 2004. Ahora estoy en el punto en el que, cuando la gente me pregunta cuál es mi recomendación o qué pienso al respecto, honestamente quiero salir gritando “¡¡No lo hagas!!”
Aunque no quiero disuadir a nadie de someterse a una cirugía, quiero asegurarme de que las personas entiendan claramente en qué pueden meterse si lo hacen. Así que, con toda verdad, empiezo a instar a la gente a que no lo haga. Hay razones por las que no lo recomiendo, pero al final, es su decisión.
Si pudiera retroceder en el tiempo, no lo habría hecho. En lo absoluto, no. Sé que suena hipócrita porque he perdido peso después de la cirugía. Sin embargo, la verdad es que cuando me operé, la GBS estaba en sus etapas iniciales. Los médicos no tenían todos los estudios que están disponibles hoy en día.
Ahora, por favor, entiende que esta es MI propia experiencia, es muy personal, y todos hemos tenido resultados diferentes. También hay que tener en cuenta que hay varias personas en mi familia que lo han hecho, y todos hemos tenido resultados diferentes.
Permítanme comenzar con los aspectos negativos y luego, entraré en los positivos.
- ¡No puedo donar sangre, ni siquiera para mí! Me volví anémica porque mis niveles de hierro han bajado severamente desde entonces. Sigo siendo muy funcional y trato de comer lo más saludable posible la mayor parte del tiempo. Ya no sigo una “dieta bariátrica de mantenimiento” como lo hacía al principio. Pero al final, simplemente no puedo donar sangre, ni siquiera para mí si hay una emergencia.
- Reparaciones dentales, ¿Quién más quiere? La mala absorción de minerales y nutrientes hizo que mis dientes se volvieran muy quebradizos. No estoy segura de si esto es genético o si comenzó debido al bypass gástrico, pero no esperaba que esto sucediera en absoluto. Como resultado, muchos de mis dientes han tenido que ser reparados porque se rompieron comiendo cosas tan suaves como la mantequilla de maní.
- Sorpresa: ¡Úlcera! Esto fue muy impactante para mí. Tuve una ruptura de úlcera en el duodeno en 2011. Los médicos y cirujanos me explicaron que, dado que mi estómago continúa bombeando ácido estomacal, el interior de mi “estómago viejo básicamente se comió solo”. ¿WTF? Si no hubiera sido por mis compañeras de trabajo que me llevaron a la sala de emergencias, no estaría aquí para contarlo. Desde entonces, he estado tomando Lansoprazole para que mi estómago bombee “menos” ácido, ¡genial!
- Una herramienta es tan buena como la forma en que la usas. Me hago responsable de lo “casi” inevitable: volver a aumentar de peso. A lo largo de los años, estudios han demostrado que los pacientes bariátricos recuperan gran parte del peso. Lo peor es que las mujeres ganamos más peso a un ritmo más alto y más rápido que los hombres. El bypass gástrico es una herramienta. Lo es y fue una buena herramienta para empezar, pero aunque mentalmente, mi relación con la comida ha cambiado a través de los años, sigo comiendo por causas emocionales. Cuando estoy estresada, aburrida, cansada o enojada, yo como. Cuando estoy deprimida o mi energía vibra baja, recurro a comer.
- Oh, ¿qué le paso a mi cabello? Perdí significativamente el volumen de mi cabello con el paso de los años. Mi cabello se cayó inmediatamente después del bypass gástrico y nunca se ha recuperado desde entonces. Creo que algo de eso tiene que ver con mis genes. Tanto mi mamá como mi papá tienen el pelo muy fino ahora que son ancianos. Me las arreglo para pasar con muy buenos cortes de pelo y mi estilista sabe exactamente cómo peinarme. La realidad es que mi cabello no es lo que era hace 20 años y nunca lo será.
- El exceso de piel… no era nada lindo. Tuve que hacerme una abdominoplastia y un levantamiento de senos para estirar y eliminar el exceso de piel. Fue una lucha física y psicológica para asegurarme de que mi ropa me quedara bien y que me “viera” bien después de perder peso. Esperé unos 2 años antes de hacerme la abdominoplastia, que es cuando mi pérdida de peso se sintió más estable y consistente; y un año y medio después, me hice el levantamiento de senos. ¡Los senos quedaron tan lindos!
- ¿Comer helado, leche? ¡Olvídalo! El bypass gástrico hizo que me volviera intolerante a la lactosa de algunos productos lácteos. No estoy segura de qué causa la hinchazón de mi estómago después de beber leche de vaca, pero es extremadamente doloroso. Además, no puedo estar muy lejos de un baño porque, ya sabes, los lácteos…
La cirugía bariátrica tiene cosas buenas. No todo son “cosas malas, malas”.
Por ejemplo, puedes perder peso a un ritmo increíblemente rápido. La pérdida de peso promedio varía según lo que comas, la cantidad y el tipo de cirugía bariátrica a la que te hayas sometido. Todo afecta la velocidad y la cantidad de libras que desaparecen. Además, hacer ejercicio puede ayudar con la pérdida de piel, pero el cuerpo nunca se recuperará físicamente a la velocidad que pierdes peso.
También pasarás por tallas de ropa que se te quedan grande muy rápido. A medida que pierda peso, sus tallas bajarán rápidamente. Mi consejo es que vayas a comprar ropa de segunda mano hasta que llegues a tu peso ideal. ¡Entonces vete de compras, mi cielo! ¡Córtate el pelo, tomate un vino (o lo que quieras), hazte una chulada y goza de la vida!
Si tiene algún tipo de condiciones relacionadas con la obesidad (presión arterial alta, colesterol, diabetes, problemas cardíacos, gota, inflamación, etc.), lo más probable es que muchas de ellas desaparezcan. Es una bendición disfrazada, ya que los médicos te reducirán los medicamentos o los eliminarán por completo. Así que, ¡aprovecha!
El bypass gástrico ha llegado para quedarse como parte de nuestra sociedad. Espero que esta información te haya dado algunas ideas y te ayude a tomar una decisión consciente. Si algo aún no está claro, deja un comentario y me pondré en contacto contigo para hablar de ello.
