
Suelta y fluye. Aunque no quieras.
Dejale todo al Universo para que te guíe en tu camino. Suelta.
Si te empeñas en querer controlar todo, te resistes a lo que viene. Ríndete. Y ya veras que todo cae por su propio peso. Dale tiempo al tiempo y confía en que todo está y estará bien para ti.
Suelta, cariño. Deja la terquedad a un lado. Deja de enfocarte en lo que quieres forzar para que pase, y ya verás lo que pasa. Tal vez no sea lo que tu deseas, y tal vez, solo tal vez sea lo mejor para ti.
Llena tu copa de paciencia. Llena tu corazón de fe. Llena tu alma de luz.
Respira, mi niña. Respira profundo y suelta.
Cuando abras los ojos y te des cuenta de lo que ha pasado, lo que querías que sucediera ni siquiera se va a comparar con lo que recibirás porque el Universo es mágico. Y tu mereces lo que el Universo te regale en su infinita sabiduría.
Descansa, querida. Suelta y fluye para que lo mejor llegue a ti.